jueves, 29 de marzo de 2007

Declaración Pública

que esto quede claro: estos versos
los puede hacer suyos la mujer que quiera
la hembra que desee, anciana/niña/señora/seductora/
irresistible/sexómana
pero te pertenecen, Naty; son tuyos
todos los entienden, pero son de mí para ti,
guárdalos con llave, hazlos -con cada palabra-
un collarcito de piedras o caracoles,
póntelo en el cuello para así estar yo
algo más cerca de tu corazón.

jueves, 22 de marzo de 2007

Arte poética (o el primer fracaso)


Vivíamos del juego o la violencia
Tomábamos el vino desnudos en nuestras mesas,
Corríamos hombres tras hombres –ingenuamente sucios-
Y nos besábamos en la boca y en las tetillas,
No se doblaban nuestras rodillas
Y lo sangre nos corría libre y liviana
Por las alcantarillas; dormíamos tanto
Tiempo como nuestras camas soportaban
Ya: así sucios, con la boca perfumada en cerveza
Y los pezones rosa cerca de nuestras caras como
Los pubis danzando, silenciosos en nuestra verga.
Todos así bellamente andróginos, gozosos,
Valiente y borrachos, viviendo cada uno en
La miel de las plantas, propiamente
Libres inconcientes diluidos en
/la promiscuidad de una ventana entreabierta.

Una noche nula, casi blanca en la oscuridad
Ausente de estrellas, durmiendo boca arriba
-con los pendejos vistosos como hierba
Para las vacas- la languidez, puta ignominiosa,
Se montó sobre nosotros nos secó el
Alma, el corazón y el vigor, el buen
Vivir se apoderó de demasiado,
Los pasos fueron regulares, las mujeres fueron
El único don del placer, los horarios
Sillas y mesas nuestros compañeros
Y las prudentes palabras nuestras
Negras fieles compañeras y confidentes.

domingo, 11 de marzo de 2007

(sin título)

este poema pertenece a la mujer que me robó el corazón, se lo dejó y no me lo quiere devolver!!


12: 35 PM. Sigo sin hacer nada, sentado, echado y con un dolor de cabeza
que me tiene con los ojos como pelotas llenas de jugo; el último tiempo
me ha dolido con constancia la cabeza, tener cabeza es un dolor de cabeza
o pensándolo bien ( si es que se puede pensar bien) saber que tengo cabeza es
el dolor de cabeza; porque saber que tengo cabeza me significa saber que tengo cuerpo,
que estoy y que están los demás. Los demás siempre he dicho
que me importan un pepino, pero de entre los demás estás tú y tú no me
importas un pepino; pienso en ti casi todo el tiempo en ti, y cuando no pienso
en ti, es porque sencillamente no pienso. Tu me ocasionas dolor
de cabeza, no entiendo el que estés ahí tan tranquila, tan infantilmente
tranquila con tus uñitas cortas, pintándote los ojos o poniéndote pinches en el
pelo mientras yo parezco un mono de plumaví en mi casa escuchando
los beatles, con el pelo hediondo y comiendo pan con mantequilla;
no es culpa tuya, pero ese hecho, el hecho mismo de nunca tener la
culpa de nada me tiene picado, me dan ganas de hacerte cualquier huevada
con tal de que estés tu echada comiendo pan duro con margarina
mientras yo me paseo tarareando canciones o recorro un supermercado.
El asunto es que no hago nada. Nunca hago nada, yo mismo lo
Percato: no hago nunca nada. En unas horas más debo tomar micro
-la 372 o la 378- cualquiera que se vaya por vicuña,
ahí debería ser cuando tome una que se dirija a tu casa, llevar un pelotón
de mexicanos y darte una serenata, para después darte un ramo de rosas
con unos chocolates, aunque no recuerdo si comes chocolates, pero fumas,
eso si lo haces, entonces te llevo unos marlboro, fumamos juntos en la banca,
me cuentas como está tu madre, tu último viaje en metro. Pero de seguro
que a las 5 de la tarde, cuando tenga que tomar la micro, efectivamente
voy a tomar la micro y leyendo a Carver –“Catedral”- voy a percatar
que de nuevo me duele la cabeza, que late como un zapallo con las pepas
saltarinas adentro. Pienso, eso si, que tiene que ser así, me acuerdo de un cuento
de Carver –Schef me parece- en el que una mujer pasa el verano
con su ex marido en la costa, luego tiene que volver, porque simplemente
tiene que ser así. Tu nunca has leído a Carver, es un hecho, ni mucho menos
a Burroughs, ni a Bertoni.
El asunto, como decía –supongo- es que no hago nada, además de orinar
-¡que placer es orinar!- comer, tomarme un jugo y dormir, pienso
en ti claro, pero no saco nada, que es lo mismo que no hacer nada.


lunes, 5 de marzo de 2007

Por ejemplo

Se puede decir algo más de
Las cosas, cabe algo
Que agregar,
Por ejemplo que usted morirá
Por ejemplo que yo moriré
Por ejemplo que los demás morirán
Que morirán las madres por ejemplo
Que morirán las mascotas por ejemplo
Que morirán la Pamela Anderson
Y Clint Eastwood por ejemplo.
Que se morirá mi perro, que se morirán
Mis hijos, mis ojos, mis manos, mis
Dedos, mis pies, mis bolas, mis órganos,
Finalmente se puede agregar que se
Mueren todos y se hacen abono
Para las plantas… y las plantas
También se mueren, por ejemplo.